Hace díez años, al salir por la puerta ancha de una relación amorosa me invadieron pensamientos sobre cómo serían las cosas para mi. Yo decidí alejarme aún queriendola sólo porque no podía más con la presión que imponía su inmadurez, aún teniendo o no la razón en ciertos temas sus métodos me alejaban de ella. Lo curioso es que eramos similares en ese aspecto. Eramos agresivos. Cuando por fin ocurrió la ruptura, yo creía que podríamos encontrarnos a futuro y que su versión madura y mi versión con mas perspectiva sería lo que necesitábamos.
Perspectiva mis pelotas.
Comencé a internalizar lo que sentía y a buscar respuestas personales en lo más profundo de mi.
Desde ese momento mi pregunta no fue otra que "qué es lo que quieres?".
Pensé que nunca más podría volver a tener una relación y no porque sería difícil para mí relacionarme, de hecho suelo tener demasiada suerte y no es otra cosa, pero volviendo al tema, el tema era mi insatisfacción personal.
Viví con eso hasta unos meses donde logré tener objetivos nuevos y como tengo mucha convicción (que reemplaza mi poca y casi nula disciplina) con ello gané el deseo de continuar conmigo. Lo amoroso no se ha resuelto pero sé que el problema soy yo Y NO PARA LOS DEMÁS, sino conmigo mismo.
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