sábado, 23 de mayo de 2015

El deseo de conocer lo que no se sabe

Era tan solo el comienzo de aquel camino, escarpado y de astas profundas para cubrir el insomnio de la camada de estrellas, todas ellas aullando y corriendo tras los ojos de Astarté mientras el viajero caminaba por la arboleda entumido en deseos, deambulando con los ojos cerrados y con la cara dominada por los tristes y expresivos visajes. El peligro es inminente, al igual que el mal augurio al alejarse del río. Aquel río que llevó sus recuerdos rumbo al purgatorio, otro más de esos ríos de aguas dulces donde navegan las ideas de los menos afortunados que van a desembarcar al mar.
Existe un lema en la ciudad que dice "Vivir en desgracia y morir en fortuna". Dicen que el consuelo de quienes la pobreza les arrebató algo de si mismos se logra con la invención de las doctrinas de ultratumba llamadas religiones, por eso creen en un desenlace feliz y utópico. Vivir para servir y morir feliz. El viajero no ve la vida con tanta infelicidad y tampoco tiene dinero, quizás porque todo lo que tenía se lo ha arrebatado él mismo. Ha palpado el poder, el control, la seguridad y la plenitud, pero ridículamente eligió una vida libre y sin expectativas. Se juzga el mismo a veces, no puede creer que alguien pueda querer sorpresas cuando tiene todo lo que el resto tanto tiempo y dedicación le cuesta siquiera mirar sin vacilar la vista. Suena terrible y de seguro le costaría toda la vida recuperar  lo que he dejado atrás, pero el no olvida por qué lo ha dejado todo, el no olvida su cara en esos momentos de supuesto placer, esos momentos en que la plenitud es evidente, pero no es suficiente y te preguntas con rabia "qué me sucede!? no era esto lo que me haría feliz?" y claro que tiene razón si en su vida le han entregado muchas almas, divas de terciopelo muy finas y groseras, cobijadas en las palabras mas dulces que podrías sacar de un frasco de caramelos. En cambio, sí, el prefiere la oscuridad inhabitable donde solo se aloja la remembranza.    
No es un tipo malvado, menos un villano, no obstante, él prefiere los enigmas que se esconden donde ni la razón sabe qué responder a las dudas que caen allí, donde brota un destello de oscuridad capaz de ensombrecer los rayos del sol que caen directos, pero no hay maldad ahí, sino acertijos y los desconocimientos mas incomprensibles. Si existiese Dios pensaría que la vía mas cercana a su culto se camufla en ese rincón por la confusa y rechazada realidad de su paradero. Él vive en todos, dicen.
El viajero presagia por un trono en ese lugar, un galardón a la altura para el descubridor del verdadero propósito de vivir, quizás sea una prisión ya que se creó para esconder dicho conocimiento. Quien lo sepa vivirá el mismo destino que el secreto y quizás cuantos más hay. Esa obsesión lo va a extinguir algún día, esa curiosidad por descubrir el propósito de la vida atrofia a si mismo el sentido de vivir.
Los hongos de porcelana alumbran su paso y atraen insectos brillantes, formando prismas en las siluetas del pasar, coloreando de tonos alterables con el movimientos sobre la profundidad de aquel lúgubre andar.
"No nos queda otra que seguir y no parar. Esa profundidad que mueve mi tierra se encuentra también en mi, la fuerza de mi curiosidad es paralela a mis ganas de vivir y la música que suena en mi cabeza no es más que la melodía que componen mis sentidos cuando están en contacto. Veo agua, en ella se refleja la esperanza de nuestra existencia y ambas en mi mundo están sin explorar, porque la exploración no cambió, no es más que la explotación compuesta a fines del siglo XIX en manos occidentales sobre los argonautas para conocer el Kula y retratarlo, sino saquear objetos extraños para decorar con artículos de elite sus moradas. Encontramos mal la significativa de la vida porque no nos compete mas que en el minuto, en el día de mañana y el antes del ayer, sin considerar las próximas vidas que vendrán a ser aun mas infelices que nosotros, a cambio estamos dejándolos con mas dudas y menos valores. La libertad de soñar era valiosa por la inocencia del deseo, siendo esta un acto de grotesca posición en la realidad, como podría ser un plan beatífico para el enemigo. Ahora nos mienten diciéndonos que los sueños se pueden hacer realidad, y no saben que predicar tal anomalía es invitar al cordero a ser quemado. La curiosidad no es mala, sino las ilusiones de lo que se puede llegar a encontrar." Dijo por última vez antes de volver a ser visto.

Creemos o queremos creer en la vida eterna, pero la vivimos como si fuese una pasada rápida donde todo nos es ajeno si no nos beneficia directamente. Olvidamos que la vida es un beneficio que se debe compensar con mas vida.