domingo, 9 de agosto de 2009

Lo contrario al Amor es la Indiferencia (Por Lau, La Ardilla)


Lo contrario de rico es pobre, de bonito es feo, de blanco es negro. Eso se aprende incluso antes de entrar al colegio. Si haces una encuesta entre los niños, escucharás también que el contrario de amor es odio. Se equivocan. Lo contrario del amor no es el odio, es la indiferencia.
Qué prefieres, que la persona que amaste pase a odiarte o que te sea completamente indiferente? Que se quedara noches enteras imaginando mil maneras de hacerte la vida imposible o que se durmiera como un ángel, olvidándose completamente de tu existencia?

Para odiar a alguien, necesitamos reconocer que ese alguien existe para nosotros y que nos provocan sensaciones, por malas que sean. Para odiar a alguien, necesitamos de un corazón. Para odiar a una persona gastamos energía, neuronas y tiempo. Para odiar a alguien, necesitamos de ese alguien, para dedicarle todo nuestro rencor, nuestra ira, nuestra poca sabiduría para entenderlo y nuestro mal humor para soportarlo... El odio, si tuviera un color, sería rojo, como el color del amor.
Pero para ser indiferente a alguien, de qué necesitamos? De nada. La persona en cuestión puede tirarse de 20 pisos, ganar un Oscar o un presidio perpetuo, y no nos importa. No juzgamos sus actos, no vemos sus modos, no nos cuestionamos su existencia. La indiferencia no nos exige ojos, boca, corazón, cerebro...Nuestro cuerpo ignora su existencia. La indiferencia, si tuviera un color, sería color del agua, de aire, de nada.

Un niño nunca experimentó esa sensación...O es muy amado, o criticado por sus travesuras. Un niño siempre recibe adoraciones o quejas, pero nunca es ignorado. Sólo más tarde, cuando el niño crezca y no necesite sólo el cariño de sus padres, se dará cuenta de que el amor y el odio habitan en el mismo mundo...mientras que la indiferencia es un exilio en el desierto.

[Primero que nada decir que ojala no le moleste a la autora que alla subido su escritura, pero lo hice porque quise compartir algo que personalmente me enseñó bastante. Saludos a la escritora y gracias por su enseñanza y su amistad.]