Hoy en día, una de las mayores tentaciones que provoca al hombre es la oferta de perder la libertad a cambio de un futuro, ya que a la libertad le han puesto un precio.
A veces, a las personas se les prohíbe hacer ciertas cosas para poder mantener el trabajo, por ejemplo, si a una persona publica que cumpla un rol de seriedad, se le ve en una fiesta tomando alcohol sería casi fatal para su carrera solo por el hecho de que tomar alcohol e ir a fiestas puede resultar ser un acto indebido y bajo para su imagen publica.
También la libertad se puede perder en el amor como por ejemplo, un hombre o una mujer en una relación muchas veces no hacen lo que desean hacer solo por no querer romper con esta. Bueno, a esto se refleja el dicho que dice que el enamorado es el único esclavo que no anhela su libertad. Por otra parte hay muchas personas que le temen a las relaciones amorosas por el miedo a cambiar libertad por responsabilidad. Estos dos ejemplos reflejan que uno para ser feliz en una relación debe perder su libertad.
La falta de oportunidades sin sometimientos hace que la gente deje de respetarse según lo que desea realmente hacer, pero pareciera que en esta sociedad estamos obligados a que en el trabajo nos pongan reglas que atenten contra nosotros y que en el amor las cosas se hagan de una manera tradicional, haciéndonos vivir en un mundo predecible.
El hombre ya se siente acostumbrado a estos abusos, por eso ya casi nadie nota que lo esta pasando a llevar. Es solo cosa de mirar al resto y notarán que es completamente igual para la mayoría de la gente que no es jefe o no trabaja independiente.
Al insertarse una persona en esta sociedad, esta aceptando su perdida de libertad, negándosele la capacidad de hacer lo que desea y de ver y tomarse las cosas a su manera. Ya todas las cosas tienes su forma casi escrita de cómo hacerlas y reglas de uso también.
En conclusión el hombre pierde su naturaleza y libertad solo por adaptación y supervivencia.
“No hay camino hacia la libertad, la libertad es el camino”
