martes, 25 de julio de 2017

Dimelo de frente.

De aquellos años cuando el rap era rap y tenía contenido, cuando se ganó la atención de la sociedad por ser un sonido EXPLÍCITO en mostrar la realidad y no por mostrar culos, cuando tenía el poder de hacer oído sobre las carencias de los pobres y no de la satisfacción de los ricos, como ahora sin disimulo.


De aquellos años, cuando tener sentido y ser real significaba una postura brutal y no una posición sexual.

No digo que la realidad sea una mierda llena de carencias, pero sí que la conciencia es una visión cuyo temple necesita puntos de vista reales, partes de nuestra existencia, porque quien sabe quien puedes ser mañana y qué consejo puedas necesitar... puede que tu realidad sea la misma, pero tu no. De verdad.

Mentes débiles siguen la corriente, no pueden vivir sin cuajar con la ola porque tienen pesadillas recibiéndolas de frente. Lo que trato de decirte es que si el tema dice "matate" no significa que te tengas que matar, sino que captes el mensaje proveniente de esa realidad, que sepas por qué puede pasar, por qué te puedes tentar.

Este tema pone la piel de gallina, se escucha con todos los sentidos, por lo que es arte, arte que al mismo tiempo es racional, lo que hace del hip-hop una cultura como ninguna. Quiero decir singular.
Piensa en el arte, cuando lo piensas es visual. La música pop sabe de eso, sus vídeos son fantasía pura; colores, formas, peinados, vestuario y luces. El rap es arte vestido de tu mismo, entrando por tus oídos y sin desviar su paso llega hasta tu cabeza generando un juicio, haciéndote responsable de esa realidad; lo razonas con tus propias palabras, así siendo capaz de erizar tu vida en sincronía con la empatia, que solidariza la melodía, la sinfonía, el debate y la verdad que a veces es reprimida.

Lástima que se haya degradado esta evolución en lo más ínfimo y cómodo del ser humano, con ideas vagas, con débiles palabras que comprender, nada que vislumbre, ningún lado donde estar pero mucho que ver, sí, muchas imágenes que ver y querer y el deseo de tener te hace olvidar comprometer la importancia de ser, creer, crecer y hacer.
Las 4 ramas de la vida, como en el rap.

La música es un transporte, no un plano ambiguo, no es algo que puedas escuchar y quedarte ahí donde estás parado.

El mundo mundano es inmundo y así su música en vano sin discurso se va por el baño donde se bota cada segundo cada plano astral deformado, culpa nuestra por olvidar lo que tantos años hemos amado.

Si has cambiado por el discurso del bueno sin ver que era el villano, es que ya estas comprado y tu lo pagarás al contado, eso es lo mas malo.

No me hables de viajes por el mundo sin conocer las orillas y los gajes de cada pensamiento humano, provenientes de tu propia mente. A la mierda lo que hayas observado, no sabes siquiera quien eres y solo buscas identidad: dímelo de frente.

Si no me crees que esto puede inspirar, vuelve a leer y ponle play.