domingo, 25 de julio de 2010

Un sentimiento: Algo que me pasó hace poco y se fue como tal :-)

Es como vivir el romance en sí... No necesariamente en pareja, sino que en simples sentimientos. El sentir, siempre tan necesario, con tantas respuestas y con tan lindas preguntas.
Cortar ahí la frase, dejandote imaginar el resto mientras te muerdes los labios y se te caen los hombros de un relajo. Siento que alguien me esta faltando en mi espalda, pero se siente bien al mismo tiempo que no aparezca tan rapidamente y por sobre todo, que esa persona no sea alguien especifico ya que solo era una sensación y ahí se comprende que hablaba subjetivamente.
En fin...son solo sentimientos...cosas que pasan rapidamente.
No es lo mismo sentir algo a que te hagan sentir algo, sentir es algo que se aplica en tiempo real y no algo que podría ser eterno si es que lo deseas.
Una de las cosas más importantes es saber que a veces demaciado pronto es igual a demaciado tarde ...
Adios :).

viernes, 23 de julio de 2010

domingo, 11 de julio de 2010

Agua

No se si caen más gotas de agua en el mundo o en las personas...En ALGUNAS personas. Otras simplemente, beben agua.


jueves, 8 de julio de 2010

Conspicuo Ingente

Como es costumbre, crecí. Y como también es tradición, me acostumbré a mi nuevo hogar. Pero al pasar los años, como por usanza me tenía que alejar nuevamente de ese lugar. Nuevo cambio de hogar, con la diferencia que esta vez no era un bloque, eran dos pisos de un barco pirata. Estaba mas maduro, así que solo vi cambios positivos. "Es más espacioso y podré sacar mas provecho de esto" me dije a mi mismo mientras observaba eludidamente los espacios donde se concentraría mucho trabajo. Me presenté a este nuevo lugar como un hombre maduro, con espectativas y cariño.
Teniendo muchos planes y deseos de practicar mis creativos arquetipos, me encontré con mi refugio.
Al comenzar tempranamente, pude explayar mis alegrías sin dificultad, solo con el interfaz del tiempo. Maldito tiempo, siempre me aprieta los párpados.

A pocos días, me llega una boleta de licencia de expiración. Que quiero decir con esto, que ya estaba informado de cuando debía retirarme. Me dolió al saber que era tan pronto. Dejé todo a medias y con mucho dolor, caí a los pies del tiempo.
Me debilité, aunque sigo aprovechando con muchas ganas lo que queda de mi experiencia.
Tengo metas por doquier, y eso pinta mi paisaje en cualquier lugar, donde quiera que esté.

miércoles, 7 de julio de 2010

Medium Intermedio

Cuando crecí una mano en años, me cambié de hogar a un par de cuadras del lugar.
Me dolió bastante ese cambio de realidad, que a la vista de los adultos, era lo mismo.
Visitaba la plaza todos los días durante un año. Los pocos días que no iba a la plaza, me los pasaba en casa mirando por la ventana como era la plaza de mi nuevo hogar, porque también tenia. 
Al pasar el tiempo, me di cuenta que no era lo mismo ir a la plaza como "turista" que a ser lugareño. No tenía ninguna comodidad y no me aportaba en nada más que en recuerdos.
Un día, al volver a casa desde la plaza, noté que había una palmera pequeña en el centro de esta nueva plaza. En mi plaza de pequeño también había una palmera, pero era enorme, más alta que los bloques.
En fin, noté que el cambio era positivo por una cantidad enorme de cosas beneficiosas que al pasar el tiempo fui descubriendo, las cuales no nombraré por que no van al caso, aunque en este preciso momento, recuerdo bastantes. Al recordar esas cosas, también me acordé de las negativas, esas que te afectan al ser un plus ligado a lo genético.
Los cambios buenos o malos, son siempre distintos.




Pequeño...

Crecí en un pequeño espacio dentro de un bloque "condominizado", donde había una gran plaza que cubría mis esperanzas de conocer mas allá de aquellos bloques de colores opacos y repetitivos que desvirtuaban mi vista para apreciar el cielo. De la mano de mi ego fui caminando, armándome de valor, hasta la reja, para así salir y contemplar lo que nunca había visto. Al llegar a la reja, me sentí asustado por lo peligroso que puede ser estar fuera de todo lo que conocía.
logré salir sin ningún problema y pude ver más allá de lo que era visible para mi: Vi cables de alumbrado por todas partes por sobre las cabezas de todos; vi autos viejos y abandonados, cuidados por perros también viejos y bravos; vi veredas construidas con lo que sobraba de las guerras: El polvo; sentí olor a frutas descompuestas; escuché ese sonido apestoso del transito y por ultimo, vi más y más bloques de colores opacos, pero sucios. 
Al ver todo eso volví a la plaza, donde estaba a salvo.

Que linda era esa plaza... recuerdo que habían arboles gigantes, juegos para nosotros los niños y el cielo que nos cubría era precioso, porque al anochecer, se volvía de color fucsia. 
Y esos bloques...que brillantes eran!

domingo, 4 de julio de 2010

Parpadeo hacia arriba

Un día, caminando por la isla Comores sobre las rocas en la orilla del mar, esas rocas blancas y glaciadas, encontré un crustáceo morado y con extraña forma, algo terrorífica. En ese instante perdí todo el relajo muscular que había adquirido gracias a ese largo viaje de vacaciones. Me impresionó tanto el aspecto brutal de ese crustáceo que me hizo creer que moriría de un paro cardiaco. Intenté fotografiarlo, pero cada vez que le sacaba los ojos de encima, la criatura con sus 12 patas, que tenían forma de rastrillo, se acercaba a mis pies.
Comencé a alejarme de él sin quitarle los ojos de encima, sigilosamente retrocediendo por la arena, paso a paso. Cuando adquirí ciertos metros de distancia pensé en correr hasta las cabañas pero, en el momento de levantar la mirada, noté que no había nadie más que yo en la playa.
El impacto me petrificó.
Comencé a sudar y a preguntarme en donde estaba el crustáceo.
Al mirar nuevamente a mi alrededor me di cuenta de que no estaba en el mismo lugar que antes. Ahora estaba dándole la espalda a una cueva enorme, más grande que mi propio país, y oscura, como una noche de campo sin luna.
Se me deformó la cara del susto jamás antes experimentado y obviamente, imposible de experimentar hasta ese momento.
El piso estaba cubierto por cientos de espejos rotos, todos reflejando el cielo vacío.
Me arrodillé sobre la tierra y los espejos, clavandome restos de vidrios rotos en mi rodillas y me puse a gritar desconsolado.
Comenzó a ocurrir algo extraño: Cada vez la noche era mas oscura, como si su fin era el negro total.
Yo, casí desnudo y asustado como ratón de laboratorio, me arrinconé sobre la pared rocosa de la cueva.

Cada minuto que pasaba, hacía mas oscura la noche.
Sentía que cada vez se me hacía más familiar el ambiente tenebroso.
Cuando me cobijé en la cueva sentí que estaba sobre algo punsante, era un lápiz al lado de una hoja en blanco.
Atiné, por inercia misma, a dibujar una pirámide en todo el papel. Le fui dando escalones, igual como en una pirámide alimenticia y escribí los nombres de las personas o cosas que mas quería, ordenándolas según la importancia y necesidad que sentía por aquello.
Al terminar, una botella se acercó a mi, rodando por la tierra como si la hubieran arrojado desde la cueva.
Introduje el papel en forma de rollo y la arroje con mucha fuerza en dirección al sur de mi posición, solo por que era el lugar mas tenebroso y oscuro del paisaje.
Cuando siento que va callendo, escucho a alguien gritando tan fuerte como si fuera una madre viendo que ejecutan a su hijo.
A pesar del susto que sentí con dicho grito en pleno silencio, me alegró saber que no estaba solo. Definitivamente ese grito era de una persona, aunque dudaba de su cordura.
Me acerco corriendo sin temor alguno en busca de "alguien" cuando me encuentro al crustaceo medio muerto con el papel encima.
Maté lo primero que puse en la lista.