miércoles, 7 de julio de 2010

Medium Intermedio

Cuando crecí una mano en años, me cambié de hogar a un par de cuadras del lugar.
Me dolió bastante ese cambio de realidad, que a la vista de los adultos, era lo mismo.
Visitaba la plaza todos los días durante un año. Los pocos días que no iba a la plaza, me los pasaba en casa mirando por la ventana como era la plaza de mi nuevo hogar, porque también tenia. 
Al pasar el tiempo, me di cuenta que no era lo mismo ir a la plaza como "turista" que a ser lugareño. No tenía ninguna comodidad y no me aportaba en nada más que en recuerdos.
Un día, al volver a casa desde la plaza, noté que había una palmera pequeña en el centro de esta nueva plaza. En mi plaza de pequeño también había una palmera, pero era enorme, más alta que los bloques.
En fin, noté que el cambio era positivo por una cantidad enorme de cosas beneficiosas que al pasar el tiempo fui descubriendo, las cuales no nombraré por que no van al caso, aunque en este preciso momento, recuerdo bastantes. Al recordar esas cosas, también me acordé de las negativas, esas que te afectan al ser un plus ligado a lo genético.
Los cambios buenos o malos, son siempre distintos.




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